La consultora Scentia, especializada en consumo masivo, midió la afluencia de público a las cadenas de supermercados.
Según esos registros, los domingos y los lunes a la mañana son los días con menos consumidores en esos salones. No sucede así con los miércoles a la tarde y a la noche, también los sábados en esa misma franja horaria aparecen como las peores opciones si lo que se busca es la comodidad a la hora de hacer las compras.
Históricamente, los miércoles era el día de menos cantidad de visitas. Básicamente porque los supermercados concentraban las ofertas los fines de semana, y ese día aparecía con el de menor cantidad de oportunidades, a la hora de hablar de precios.
La ecuación, sin embargo, se dio vuelta a partir de marzo de 2020, cuando comenzó la pandemia.
Con la gente en sus hogares y teniendo limitadas las salidas a los comercios para abastecerse de alimentos, bebidas y productos de limpieza y de higiene, la afluencia de público a los supermercados se extendió a toda la semana.
Desde ese momento, las grandes cadenas extendieron sus promociones prácticamente a todos los días y los cambios en las costumbres de los consumidores fue radical desde ese momento.
Los miércoles pasaron a ser los días con mayor cantidad de público en los locales: ese día se concentra el 16,9% de las visitas. Más que los sábados y domingos, inclusive (16,7% y 12,2% respectivamente).
Llamativamente, con ese 12,2%, el domingo se transformó en el día de menor afluencia de consumidores, de acuerdo al relevamiento de Scentia.
Justamente, a la hora de hablar de consumo masivo, la pandemia dejó a su paso una concentración más elevada de la que había antes. Los supermercados salieron favorecidos por las medidas oficiales y por la mayor tendencia de los consumidores a hacer las compras "online", una capacidad que tienen las grandes cadenas y no los comercios de barrio.
Se trata de una diferencia récord para los últimos años. Para tener una idea: a fin de 2020, en la previa a la pandemia, esa distancia era de apenas 7%. Y se estiró al doble (14%) hacia marzo del año pasado.
La mayor amplitud en los precios de los alimentos se explica por las medidas de controles que tomó el Gobierno a lo largo de la pandemia. Primero hubo un congelamiento de precios en todos los alimentos. Y luego, cuando ese compromiso llegó a su fin, la liberalización se dio de manera paulatina, con un agrandamiento de la canasta de "Precios Cuidados".
Como ni el congelamiento de precios, ni los acuerdos de "Precios Cuidados" abarcan a los pequeños negocios, los supermercados terminan vendiendo los mismos productos a precios más bajos. Y terminan atrayendo a más clientes.